**El Eco del Amor en el Bosque**
Era un soleado día de primavera cuando Juan, un niño de espíritu aventurero, fue de campamento con sus padres, Luis y Karina. Mientras exploraban el bosque, Juan se detuvo a admirar una hermosa pantera que se deslizaba entre los árboles. Distrayéndose con su belleza, tomó un camino diferente al de sus padres. Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde; sus padres habían desaparecido entre los árboles.
Luis y Karina, al notar la ausencia de su hijo, comenzaron a llamarlo con desesperación. «¡Juan! ¡Juan!», gritaban, pero solo el eco de su voz les respondía. La luz del día se desvanecía, y el miedo se apoderaba de sus corazones. Mientras tanto, Juan, angustiado y solo, intentaba recordar el camino de regreso, pero todo se veía igual en el bosque. La noche cayó, y sus padres lloraban, sintiendo un profundo vacío en sus corazones.
Desesperado, Juan se sentó en una piedra grande, sintiendo que la esperanza se desvanecía. Cerró los ojos y pensó en sus padres, deseando que pudieran encontrarlo. En ese momento, algo le dio fuerza; el amor que sentía por ellos resonaba en su corazón. Entonces, con una voz temblorosa, gritó: «¡Mamá! ¡Papá!».
Lejos, Luis y Karina escucharon un grito familiar que les llenó de alegría. Siguiendo el sonido, se acercaron a una pequeña colina donde, entre la oscuridad, vislumbraron la figura de su hijo sentado sobre una piedra. Con lágrimas de felicidad, corrieron hacia él. Juan, al ver a sus padres, sintió que el mundo volvía a brillar. Se abrazaron fuertemente, y el eco de su amor resonó en el bosque, ahuyentando el miedo y la tristeza. Juntos, regresaron a casa, sabiendo que el amor siempre los guiaría, incluso en la oscuridad.
**Moraleja: El Amor es la Luz en la Oscuridad**
En momentos de miedo y confusión, el amor es el faro que nos guía. Juan, al sentirse perdido, encontró esperanza en el cariño que sentía por sus padres. Aunque se había desviado del camino, su grito lleno de amor resonó en el bosque, ayudando a sus padres a encontrarlo. Este cuento nos enseña que, aunque a veces nos sintamos solos o perdidos, el amor y la conexión con quienes amamos siempre nos guiarán de regreso. Nunca subestimes el poder de un abrazo, un grito o una palabra cariñosa; pueden iluminar los momentos más oscuros. Así que, cuando enfrentes desafíos, recuerda que el amor puede superar cualquier obstáculo y siempre nos reunirá con quienes más queremos. Cuida de esos lazos, porque en ellos reside la verdadera fuerza.