La vaca perdida y la amistad de Vicky

Había una vez una niña llamada Victoria, a quien todos conocían como Vicky. Un día, mientras paseaba por el campo, se encontró con una vaca de colores inusuales: rosa, negro y azul, que estaba perdida. La vaca se presentó como Alicia y le contó sobre su familia en el establo. Vicky decidió ayudarla a regresar a casa y juntas emprendieron el camino.

Al llegar al campo, vieron a otras vacas corriendo y pastando. Vicky se acercó a jugar con ellas, pero una de las vacas, en realidad era Alicia, intentó darle un beso. Vicky, sorprendida, decidió regresar a casa. Sin embargo, Alicia tomó un atajo y llegó antes que Vicky. La mamá de Vicky, preocupada por la vaca en casa, cerró todas las puertas con firmeza.

Al descubrir a Alicia en su habitación, Vicky decidió invitarla a tomar té y compartir unas galletas. Pronto se dieron cuenta de que la vaca era vecina de Vicky. Desde entonces, se hicieron amigas inseparables y compartieron divertidas aventuras juntas. Vicky le enseñó a Alicia la importancia de respetar los deseos de los demás, incluso si se trata de dar un beso. Y así, la amistad entre la niña y la vaca perdida se fortaleció, marcando el comienzo de grandes momentos juntas en el campo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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