Victoria estaba emocionada por su viaje a Mérida. La mañana soleada los recibió con alegría mientras se dirigían a los Chorros de Milla. Allí se maravillaron con la cascada y la vegetación exuberante que rodeaba el lugar. Victoria y Johan corretearon entre los árboles, riendo y disfrutando del aire fresco.
Después de un día lleno de aventuras en los Chorros de Milla, la familia decidió subir al teleférico para disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad. Victoria se agarró fuerte a la baranda mientras ascendían lentamente por el cielo. Desde lo alto, pudieron contemplar la belleza de Mérida y sentir la emoción de estar suspendidos en el aire.
El zoológico fue el siguiente destino en su itinerario. Victoria y Johan se maravillaron con la diversidad de animales que habitaban allí. Observaron con asombro a los leones, los monos y los tucanes. Victoria no podía contener su emoción al ver de cerca a los animales que hasta entonces solo había visto en libros.
Al final del día, exhaustos pero felices, la familia regresó al hotel. Victoria se durmió con una sonrisa en el rostro, agradecida por la maravillosa aventura en Mérida y por haber descubierto los encantos de los Chorros de Milla, el teleférico y el zoológico junto a sus seres queridos.