Érase una vez en un pequeño pueblo, donde vivían tres amigos inseparables: Axel, Yes y Luke. Axel, un chico de cabello negro y ojos castaños, comenzaba a sentir algo más que amistad por Yes, su mejor amiga. Un día, cuando Yes abrazó a Luke, el hermano de Axel, este se puso celoso y reaccionó mal, llegando incluso a insultar a Yes. La pobre chica, llena de lágrimas, se marchó sin comprender lo sucedido.
Axel se arrepintió de su actitud y le pidió perdón a Yes, pero ella estaba dolida. Sin embargo, con el tiempo, Yes decidió perdonar a su amigo y decidió confesarle sus sentimientos en la casa de Axel. Para su sorpresa, al entrar, vio a Axel besándose con Laura, la chica que menos le agradaba. Yes se sintió traicionada y decepcionada, pero Axel le pidió que se quedara y le explicó lo sucedido.
Tras aclarar las cosas con Laura, Axel se disculpó con Yes y ambos comenzaron a hablar sobre lo que sentían el uno por el otro. Entre risas y miradas cómplices, Axel y Yes se acercaron y se dieron un tierno beso. En ese momento, el teléfono de Axel sonó, interrumpiendo el mágico momento, recordándoles que debían enfrentarse a las consecuencias de sus decisiones. A pesar de todo, la amistad entre Axel y Yes se fortaleció, demostrando que juntos podían superar cualquier obstáculo.