El brillo que llevas dentro

En un pequeño pueblo vivía Lucía, una niña tímida y callada que siempre se sentía invisible ante los demás. Un día, un hada apareció en su ventana y le dijo que dentro de ella había un brillo especial que debía dejar brillar. Al principio, Lucía no entendía a qué se refería, pero poco a poco comenzó a descubrirlo.

Con cada sonrisa que regalaba, con cada palabra de aliento que ofrecía a sus amigos, el brillo en su interior se hacía más evidente. Lucía se sentía más segura de sí misma y empezó a participar en actividades que antes le daban miedo. Descubrió que su autoestima crecía cuando se aceptaba tal como era y dejaba que su luz interior iluminara su camino.

Los demás niños notaron el cambio en Lucía y se acercaron a ella, atraídos por su energía positiva. Juntos jugaron, rieron y compartieron momentos inolvidables. Lucía se dio cuenta de que el brillo que llevaba dentro no solo la hacía feliz a ella, sino que también alegraba a quienes la rodeaban.

Desde ese día, Lucía supo que su autoestima no dependía de la aprobación de los demás, sino de la confianza en sí misma y en su luz interior. Y así, con cada paso que daba, con cada desafío que enfrentaba, su brillo se hacía más intenso, recordándole que la verdadera belleza está en aceptarse y quererse tal como uno es.

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