El amor incondicional de mamá y su fiel compañero peludo

Había una vez una mamá cariñosa y un perrito fiel que la seguía a todas partes. La mamá adoraba comer chicles de fresa y disfrutaba de las uvas jugosas. Siempre compartía un pedacito con su peludo amigo, quien la miraba con ojitos brillantes y lealtad infinita.

Juntos, la mamá y su compañero peludo pasaban los días jugando y paseando por el parque. El perrito siempre estaba a su lado, protegiéndola y haciéndola reír con sus travesuras. La mamá se sentía bendecida por tener a un amigo tan especial que la acompañaba en cada momento.

Pero un día, el perrito enfermó y la mamá lo cuidó con aún más amor y dedicación. Le daba su medicina, lo abrazaba con ternura y no se separaba de él ni un instante. A pesar de sus esfuerzos, el perrito partió al cielo de los peluditos, dejando un vacío en el corazón de la mamá. Aunque triste, recordaba con gratitud los momentos compartidos y sabía que el amor incondicional perduraría para siempre.

Moraleja:

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