El golpe que cambió el juego

Había una vez un niño llamado Pablo, a quien le encantaba jugar al fútbol con sus amigos en el parque. Un día, durante un emocionante partido, Pablo intentó dar un fuerte remate al balón, pero resbaló y cayó al suelo con un golpe en la rodilla. Todos se acercaron preocupados, y Pablo intentaba contener las lágrimas de dolor.

Sus amigos lo ayudaron a levantarse y lo llevaron hasta un banco para que descansara. Pablo estaba triste porque pensaba que ya no podría jugar más al fútbol. Pero uno de sus amigos le recordó que los verdaderos campeones siempre se levantan, y que con un poco de descanso y cuidado, pronto estaría de vuelta en la cancha.

Después de unos días de reposo y cuidados de su mamá, Pablo volvió a calzarse las zapatillas y regresó al parque. Esta vez, con más fuerza y determinación que nunca. El golpe que parecía haber cambiado el juego, en realidad le había enseñado a Pablo que la verdadera victoria no está en no caer, sino en levantarse cada vez que lo haces. Y así, con una sonrisa en el rostro, volvió a disfrutar del fútbol junto a sus amigos, sabiendo que juntos podían superar cualquier obstáculo que se les presentara en el camino.

Moraleja:

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