En un hermoso gallinero vivían tres adorables pollitos de colores: Rosita, Azulito y Verdecito. Eran inseparables, compartían sus juegos y aventuras, y siempre estaban juntos. Pero un día, llegó al gallinero un pollito diferente a ellos: era grande, negro y un poco extraño.
Este pollito negro, llamado Carboncito, no tenía amigos en el gallinero y envidiaba la unión de los tres amiguitos de colores. Decidió idear un plan para separarlos y llevarlos lejos, para tener compañía. Primero se acercó a Azulito, que era muy confiado, y le dijo que había encontrado un lugar maravilloso lleno de gusanos jugosos. Azulito, emocionado, siguió a Carboncito sin desconfiar.
Después, Carboncito se acercó a Rosita con una mentira similar, y ella también cayó en su engaño. Los dos pollitos de colores se fueron con Carboncito, sin sospechar sus verdaderas intenciones. Pero Verdecito, el pollito verde, había observado todo y se dio cuenta de que algo no estaba bien.
Verdecito, con valentía y astucia, decidió actuar. Corrió por el gallinero buscando a más pollitos de colores que pudieran ayudarlo a rescatar a sus amigos. Reunió a Pollito Amarillo, Pollito Morado y Pollito Naranja, quienes escucharon su historia con atención y se unieron a su causa.
Juntos, los pollitos de colores idearon un plan para rescatar a Azulito y Rosita. Se acercaron sigilosamente al lugar donde Carboncito los tenía retenidos y, con rapidez, lograron distraer al pollito negro. Azulito y Rosita, al ver a sus amigos, comprendieron que habían caído en una trampa y se alegraron de ver a Verdecito y a los demás.
Con ingenio y trabajo en equipo, los pollitos de colores lograron vencer a Carboncito y liberar a sus amigos. El pollito negro, arrepentido de sus malas acciones, pidió perdón y prometió nunca más intentar separar a los amigos. Desde ese día, todos los pollitos del gallinero se volvieron inseparables, aprendiendo el valor de la amistad y la importancia de estar unidos.
Y así, entre juegos, risas y travesuras, los pollitos de colores vivieron felices y en armonía, demostrando que juntos pueden superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino. La unión hace la fuerza y la amistad es el tesoro más valioso que pueden tener.
La unión hace la fuerza y la amistad es el tesoro más valioso que pueden tener. En la historia de los pollitos de colores, aprendemos que cuando estamos juntos y nos apoyamos unos a otros, podemos superar cualquier desafío. La envidia y la mentira solo conducen a la tristeza y al arrepentimiento, como le sucedió a Carboncito. Es importante ser astutos y valientes como Verdecito, para proteger a nuestros amigos y no dejarnos engañar por las malas intenciones de otros. La verdadera amistad se basa en la confianza, la lealtad y el trabajo en equipo. Siempre debemos estar allí para ayudar y cuidar a quienes nos rodean, como lo hicieron los pollitos de colores al rescatar a Azulito y Rosita. Así, recordemos que juntos somos más fuertes y que la amistad perdura cuando la cultivamos con amor y sinceridad. ¡La amistad es el mejor regalo que podemos compartir!