Había una vez un preescolar muy especial, donde los niños y niñas aprendían y se divertían juntos. Este preescolar estaba celebrando su 44 aniversario, y todos estaban emocionados por la gran fiesta que se avecinaba.
Los niños y niñas del preescolar estaban preparando una obra de teatro para presentar en la fiesta. Se habían dividido en grupos y cada uno tenía un papel importante. Había princesas, piratas, animales de la selva y muchos otros personajes divertidos.
Mientras tanto, los maestros y maestras estaban decorando el salón con globos, guirnaldas y luces brillantes. Todos querían que la fiesta fuera inolvidable para los pequeños estudiantes.
El día de la fiesta finalmente llegó. Los padres y familiares de los niños y niñas llegaron al preescolar con regalos y sonrisas en sus rostros. La directora del preescolar dio un emotivo discurso, recordando los 44 años de aprendizaje y diversión que habían pasado en ese lugar.
Luego, los niños y niñas subieron al escenario para presentar su obra de teatro. Todos estaban nerviosos, pero tan pronto como comenzaron a actuar, se olvidaron de los nervios y se divirtieron mucho. Los padres y familiares estaban encantados con la actuación de los pequeños artistas.
Después de la obra de teatro, llegó el momento de la merienda. Había pastel, galletas, jugos y muchas otras delicias para disfrutar. Los niños y niñas comían y reían juntos, recordando los momentos felices que habían vivido en el preescolar.
Al final de la fiesta, todos se reunieron en un círculo para cantar una canción de despedida. Los niños y niñas se abrazaron y prometieron seguir siendo amigos para siempre, a pesar de que algunos de ellos pronto dejarían el preescolar para ir a la escuela primaria.
La fiesta de aniversario fue un éxito rotundo, y todos se fueron a casa con el corazón lleno de alegría y gratitud por haber sido parte de ese maravilloso preescolar durante sus 44 años de existencia.
La moraleja de esta historia es que la amistad y la diversión son ingredientes fundamentales para hacer de cada momento una experiencia inolvidable. Al trabajar juntos, apoyándonos y disfrutando de cada instante, podemos crear recuerdos felices que perdurarán en nuestros corazones para siempre. Aunque los caminos nos lleven por diferentes rumbos, la magia de la amistad siempre nos mantendrá unidos. ¡Celebremos la vida, la amistad y la alegría compartida en cada paso del camino!