Vera y sus amigos se acercaron con curiosidad a la colmena. Gustavo les explicó que las abejas eran muy importantes para el equilibrio de la naturaleza y que debían cuidarlas. Decidieron investigar más sobre las abejas y descubrieron que producían miel, un regalo de la naturaleza.
Juntos, prepararon un pequeño proyecto para proteger y cuidar a las abejas. Colocaron flores alrededor de la colmena para que tuvieran alimento, y construyeron un pequeño refugio para protegerlas de la lluvia y el frío. Vera y sus amigos se sentían felices de poder ayudar a estos pequeños seres vivos.
Con el paso de los días, las abejas comenzaron a producir más miel y la colmena se volvió más grande y bulliciosa. Vera y sus amigos observaban maravillados el trabajo de las abejas, agradecidos por haber descubierto la sorpresa en la colmena. A partir de ese día, aprendieron a respetar y cuidar a todos los seres vivos que compartían su entorno.