- Autor: Victoria
- Idea inicial: Halloween volador.
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Esmeralda, un grupo de amigos muy aventureros llamados Lucas, Sofía, Martín y Valentina. Estaban muy emocionados porque se acercaba la noche de Halloween, la noche más mágica y misteriosa del año.
Los cuatro amigos siempre buscaban nuevas experiencias y este año tenían un plan muy especial. Decidieron construir sus propios trajes de murciélago y volar por los cielos durante la noche de Halloween. Estaban seguros de que sería una experiencia inolvidable.
Pasaron días y días preparando sus trajes. Cosieron capas negras, hicieron alas de papel y pintaron los detalles de cada murciélago. Finalmente, llegó el día de Halloween y los amigos estaban ansiosos por probar sus trajes voladores.
Lucas, Sofía, Martín y Valentina se reunieron en el jardín de Lucas, donde habían construido una pequeña plataforma de lanzamiento. Se pusieron sus trajes, se miraron emocionados y, con un salto, se elevaron por los aires.
Era una noche llena de estrellas y la luna brillaba intensamente. Los amigos volaban en formación, sintiéndose libres como nunca antes. Pasaron sobre los tejados de las casas, saludando a la gente que aún estaba despierta y disfrutando de la magia de Halloween.
De repente, escucharon un ruido extraño. Era un aullido proveniente de un callejón oscuro. Decidieron investigar y se dirigieron hacia allí. Descubrieron que el ruido provenía de un perrito asustado que se había perdido. Sin dudarlo, los amigos se acercaron y lo consolaron.
El perrito, al que llamaron Luna, se convirtió en su nuevo compañero de aventuras. Juntos, continuaron volando por el pueblo, llevando alegría a cada rincón. Los vecinos salían a sus balcones y sonreían al ver a los murciélagos voladores y al perrito alegre en sus brazos.
Pero la diversión no duró mucho. Un fuerte viento comenzó a soplar y separó a los amigos. Lucas y Sofía quedaron juntos, mientras que Martín y Valentina quedaron en otro extremo del pueblo. Estaban preocupados y no sabían cómo encontrarse.
Luna, el perrito, parecía tener una idea. Comenzó a ladrar y a correr hacia la plaza del pueblo. Los amigos lo siguieron y, para su sorpresa, encontraron un gran árbol de Halloween iluminado en el centro de la plaza.
El árbol de Halloween tenía mensajes escritos en las hojas. Decía: «Si quieres encontrar a tus amigos, sigue el camino de las luces». Los amigos se emocionaron y siguieron el camino de luces que el árbol les mostraba.
Caminaron y caminaron hasta que finalmente se encontraron en un hermoso parque lleno de calabazas iluminadas. Se abrazaron con alegría y agradecieron a Luna por guiarlos. Juntos, volvieron a volar por el pueblo, disfrutando de la noche mágica de Halloween.
La aventura de los amigos llegó a su fin cuando el sol comenzó a salir. Descendieron suavemente y se quitaron sus trajes de murciélago. Agradecieron al perrito Luna por su ayuda y se prometieron que el próximo Halloween volverían a volar juntos.
Esa noche, los amigos aprendieron que la verdadera magia de Halloween no estaba solo en volar, sino en la amistad y el trabajo en equipo. Cada uno de ellos guardó en su corazón el recuerdo de esa noche mágica y se convirtió en una de las mejores historias de sus aventuras juntos.
Muy hermoso cuento. Felicitaciones.