Era un día soleado en el jardín de Eimei17, una niña curiosa y valiente. Mientras se preparaba para disfrutar de una deliciosa manzana roja, notó que un pequeño gusano travieso asomaba su cabeza de entre las hojas. Eimei17, sorprendida, gritó: «¡Aaaaaaaaaaa! ¡Un bichooooo!» y, de tanto susto, se desmayó.
Su amigo Misifu, un gato juguetón, vio lo que sucedía y corrió rápidamente hacia ella. «No te preocupes, ¡yo atraparé al gusano!», dijo, decidido. Mientras tanto, en una rama cercana, Loro Pepe, un loro muy asustadizo, se puso a chillar: «¡Hua hua huaaaaaa!», asustado por el alboroto. Misifu intentó atrapar al pequeño gusano, pero este se movía rápido y se escondía entre las hojas.
Cuando Eimei17 despertó, vio a Misifu intentando atrapar al gusano con una pequeña red. «¡Déjame intentarlo!», exclamó, aún un poco aturdida. Con mucha concentración, Eimei17 se acercó al gusano y, con un rápido movimiento, lanzó la red. Pero, para su sorpresa, el gusano logró escabullirse una vez más, riendo en su interior.
Eimei17, en lugar de frustrarse, se rió y dijo: «Quizás no deba atraparlo, sino dejarlo ser libre». Así que, con la ayuda de Misifu y Loro Pepe, decidieron llevar al gusano a un lugar seguro en el jardín, donde podría seguir su aventura. Desde ese día, Eimei17 aprendió que a veces, la verdadera amistad es dejar ir y permitir que los demás vivan libremente, incluso si son un pequeño gusano travieso.
La historia de Eimei17 nos enseña una valiosa lección sobre la amistad y el respeto por la libertad de los demás. A veces, podemos sentir miedo o querer controlar lo que no entendemos, como el pequeño gusano que asustó a Eimei17. Sin embargo, es importante recordar que cada ser tiene su propio camino y sus propias aventuras.
Eimei17, al darse cuenta de que no necesitaba atrapar al gusano, muestra que la verdadera amistad no es poseer o controlar a los demás, sino acompañarlos y desear lo mejor para ellos. Cuando dejamos que otros sean libres, también aprendemos a ser más valientes y comprensivos.
Así, en lugar de asustarse, Eimei17, Misifu y Loro Pepe eligen cuidar al gusano y ayudarlo a encontrar un lugar seguro. Esta actitud generosa y comprensiva es lo que realmente fortalece los lazos de amistad.
La moraleja es: «La verdadera amistad se basa en el respeto y la libertad. A veces, lo mejor que podemos hacer por los demás es dejarles ser quienes son y apoyar sus propias aventuras.»