En un pequeño pueblo, había una chica llamada Laura que estaba enamorada de Carlos, el chico más popular de la escuela. Pero Marta, otra chica celosa, decidió secuestrar a Carlos y llevarlo a un sótano para seducirlo. A pesar de que Carlos se resistió, Marta, con más fuerza, lo obligó a tener relaciones con ella y lo dejó dormido con una inyección. Al despertar desnudo al día siguiente, Carlos se enfadó y decidió vengarse.
Carlos esperó a Marta, quien al verlo despierto temió sus intenciones. Sin embargo, Carlos decidió engañarla con palabras dulces y le prometió llevarla a un lugar especial. Marta, aún enamorada, aceptó y lo siguió hasta un bar, donde Carlos le pidió que lo esperara. Con el paso del tiempo, unos hombres se acercaron a Marta y le hicieron lo mismo que ella había hecho a Carlos.
Marta, arrepentida, comprendió que la venganza no llevaba a ninguna parte y que había cometido un error grave. Carlos, por su parte, aprendió que la violencia no era la solución y decidió perdonar a Marta, mostrándole que la verdadera venganza era dejar el pasado atrás y seguir adelante con respeto y amor. Desde entonces, Marta y Carlos se convirtieron en amigos, dejando atrás la venganza y cultivando una amistad sincera.